-Te pasa algo.
Ni siquiera pude sostener su mirada. Ni siquiera lo
preguntó.
-Contéstame.
Yo seguía pensando en qué momento sucedió.
-¿Qué?
-No te hagas la tonta. Sé que ocurre algo. Vamos.
Cuéntamelo.
-¿Cuándo? Le contesté con una pregunta y la conversación
se enrarecía cada vez más.
-¿Te refieres a cuándo me enamoré de ti?