Nuestras palabras


Tal vez…
Tal vez sea yo, que paso mucho tiempo obsesionada entre palabras, escribiéndolas sobre mi libreta ya destrozada o tecleándolas en el portátil. Quizás sea que ya no diferencio mi mundo real de lo que imagino, porque últimamente van los dos de la mano. Al igual que la rutina de los relatos o lo que me resulta más mágico de lo corriente.

El caso es que, entre tantas letras, comas, títulos, cuentos, cartas, puntos suspensivos y puntos a parte, hay muchas clases de personas. Aquellas que solo pueden ser acción, causa, solución o resultado.  Las que pasan tan desapercibidas que no permanecen en ningún párrafo. Aquellas que te enseñan, aunque sus enseñanzas sean dolorosas. Aquellas personas que son el verbo de la frase de tu vida, el sujeto o sencillamente todos los adverbios de la enciclopedia.

Lluvia de paz

Tormenta de colores, cantar bajo la lluvia con paraguas rosa y botas de agua hasta las rodillas. Un charco enorme. Y todo comienza a fluir ahora. Chubasquero gris, para que las gotas no calen demasiado. Maquillaje y labios rojos, para abrigar las heridas que un día consentí. Miedo a perder otra vez, pero también a ganar.


Luego, “La vida es bella”, sofá y manta. Y sentir esa lluvia por todos los rincones de la casa. Estar a salvo. Permanecer a solas, muy quieta.

La tormenta me despierta y me pongo de nuevo el chubasquero, ese de bolígrafo y papel, ese que hace que nada de lo que pienso cale demasiado; y escribo hasta que escampa y en la tierra se filtra y mi corazón se enfría, muy poco a poco. Como líneas paralelas; igual que aquellas que dibujaba cuando empezaba a aprender que uno más uno pocas veces podía ser igual a dos. Los minutos que me quedan para chasquear los dedos y volver al principio. Para volver a sumar. Para empezar a vivir.  

- JE.A.-

Cartas que nunca escribiste

Un día de Noviembre, allá por el año 2015, me presenté a un concurso de microrrelatos. Mi carta fue seleccionada en el
I Concurso de cartas Ojos Verdes Ediciones “Cartas que nunca escribiste”

Un pequeño sueño se hacía realidad.

Y publicaron un libro con todas las cartas seleccionadas.

Esta es la mía: