Uno, por cada etapa. Uno por cada
vez que me rompían el corazón. Uno por la tierna infancia y otro dedicado a la
adolescencia. Y como no, otro para la cruda realidad de hacerse mayor y uno y
medio más he necesitado para madurar...
Dicen que la adversidad tiene el don de despertar talentos. Cuestión de arte y obras es el resultado de lo que siempre he querido hacer: ESCRIBIR.
El mundo de Julie
“Cuando te das cuenta de que no
te falta nada, el mundo entero es tuyo”. Hoy he leído esto publicado en una red
social. Y la he repetido mil veces en voz alta, preguntándome a la misma vez
cuántos mundos he creído que me pertenecían a lo largo de mi vida.
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