Hoy en día
está de moda ser un auténtico desastre. Decir palabrotas, ser puntual, la
histeria, el drama, los libros por las máquinas de pesas, el maquillaje en
exceso, las prisas, y más prisas.
Hoy en día está de moda la moda, ir todos iguales;
intercambiar la plancha del pelo por canicas y la educación por impaciencia. Está
de moda ser materialista. El libertinaje (que no la libertad); la ambigüedad y
conversar a través del teléfono móvil.
Por suerte
Paula no había olvidado el sentido de tomar un café con alguien.
...
-¿Sabes cuánto
hace que no sigues un avión con la mirada?-. Le preguntó ella, mientras daba un
sorbo a su taza de café.
-¿Cómo
dices?-. Se sorprendió él.
-Sí, que
vives tan corriendo que me pregunto cuándo fue la última vez que miraste al
cielo-.
Se molestó. Le
miró fijamente y contestó:
-No, no lo recuerdo-.
-¿Y a mí?
¿Me ves a mí?-.
-Paula,
¿estás loca?-.
No lo
estaba.
-Claro que
te veo-.
-Pues es
casi un milagro, ¿sabes? A veces me cuestiono cómo atraer tu atención entre
tantas cosas-.
-¡Qué tonta
eres!-.
Le suena el
móvil mientras acaba la frase y sale de la cafetería haciéndole un gesto con la
mano.
Tras un par
de minutos coge de su bolso una hoja de la agenda y un bolígrafo.
Cuando
Carlos regresa, ella ya no está. Ha dejado la cuenta pagada y una nota debajo de
su vaso de agua.
“Hoy en día
no está de moda amar a alguien con los seis sentidos.”
Julie-
Julie-
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